La crisis financiera fue un horror para muchas empresas y hogares por igual. En todo el mundo, pero especialmente en América del Norte y Europa, muchos países se vieron muy afectados por la crisis. Los bancos chocaron porque no basaban sus negocios en modelos de financiación estables y fiables y provocaron un cierto efecto dominó que provocó la caída de varios bancos. De hecho, muchas empresas y hogares ya no pudieron financiar sus proyectos y tuvieron muchas dificultades para mantener sus propios negocios. El desempleo y la quiebra afectaron a muchas personas, lo que provocó situaciones trágicas en muchas familias.
Aunque la crisis financiera parece superada, las economías de todo el mundo todavía enfrentan sus efectos y muchas personas todavía tienen problemas para financiar sus bienes raíces y otras inversiones costosas.